Nube de Monte

Historias de las cuencas Grijalva-Usumacinta

Un territorio forjado por ríos

El vendedor de esquites que mira el río que pasa por el malecón de Villahermosa, el guía de turistas que trabaja en el Cañón del Sumidero en Chiapas, y el lanchero que lleva visitantes al sitio arqueológico El Ceibal, en Guatemala, tienen algo en común, aunque quizá no lo sepan: Los tres son habitantes del territorio de las cuencas de los ríos Grijalva y Usumacinta.  

(El concepto de “cuenca” es complicado, pero para esta introducción nos basta visualizar que se refiere a todo el territorio por donde escurre el agua desde las montañas hasta el mar, y que incluye no sólo el agua superficial: los ríos grandes y pequeños, los arroyos, lagunas, etc, sino también los terrenos por donde escurre y el agua subterránea) 

Este territorio de unos 130 mil kilómetros cuadrados es mayor a algunos países europeos como Austria, y en él se asientan unas 23 mil localidades que, del lado mexicano, presentan los niveles más altos de marginación en el país.  

Sus habitantes se expresan en por lo menos 24 idiomas, además del español: mam, tektiteko, akateco, jacalteco, poot, chuj, ixil, canjobal, kiche, qechi, izaj, tzotsil, tzeltal, cakchiquel, mochó, chol, tojolabal, kanjobal, lacandón, zoque, yokot’an, maya y ayapaneco.  

La variedad de sus paisajes va desde las alturas del volcán Tacaná, a 4 mil metros sobre el nivel del mar, hasta la planicie tabasqueña, cuyo promedio de elevación es apenas de 10 metros sobre el nivel del mar. 

En sus selvas, bosques, llanuras y pantanos habitan más de la mitad de las especies animales y vegetales de México (muchas de ellas en peligro de extinción, como el tapir, el manatí, el jaguar, el quetzal y el águila arpía). Pero toda esa riqueza biológica está amenazada por la explotación minera, la deforestación, la agroindustria, los proyectos de nuevas presas hidroeléctricas y el cambio climático.

Nube de Monte es un canal de comunicación que nace para contar en un lenguaje accesible para el ciudadano común las historias que arrastran estos dos grandes ríos. Queremos ser un enlace entre el conocimiento científico, los conocimientos tradicionales y los habitantes de las ciudades, que viven distanciados de la vida silvestre.  

El derecho a un medio ambiente sano forma parte de los derechos humanos sancionados por la ONU, y reconocidos en la constitución de más de 100 países (entre ellos, México y Guatemala). Pero para exigir y preocuparse por algo es necesario conocerlo. Es por eso que Nube de Monte quiere hacer una muy modesta contribución al conocimiento ecológico y cultural de esta región. 

Al ser este un esfuerzo pequeño e independiente, no podremos llegar a todos los públicos, ni tampoco podremos abarcar todo el territorio, pero es muy importante para nosotros que estas historias sean vistas por nuestros lectores dentro de ese gran contexto, que es el que les da sentido.

Bienvenidos y esperamos que disfruten esta pequeña ventana a una de las zonas más maravillosas del mundo. 


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