El yokot’an, idioma de grandes navegantes
Estrenamos hoy nuestra versión del vídeo sobre la Laguna de las Ilusiones
en la lengua que se ha hablado durante siglos en la Llanura Costera del Golfo Sur
Por: Francisco Cubas
Es un lujo para Nube de Monte presentar de nuevo nuestro vídeo sobre la Laguna de las Ilusiones en Villahermosa, Tabasco, pero ahora con la locución en idioma yokot’an, uno de los 22 idiomas americanos que se hablan en el territorio de las cuencas Grijalva-Usumacinta (en todo México hay 68).
Esto ha sido posible gracias a la invaluable cooperación de Eusebio de la Cruz Hernández, profesor del Instituto de Educación Superior del Magisterio (IESMA) en Nacajuca, y de dos de sus alumnos: María Inés Benito de la Cruz y Ángel Mario Jiménez Benito. Entre los tres tradujeron al yokot’an la locución original y los dos jóvenes pusieron su voz a la nueva versión del vídeo.
María Inés y Ángel Mario son hermanos, a pesar de sus apellidos diferentes, y nacieron y crecieron en el poblado Tecoluta 2a Sección, en Nacajuca. Aprendieron el yokot’an de manera natural al crecer, porque toda su familia lo usa. Ambos recuerdan que en la escuela había libros en español y yokot’an, pero los maestros no lo enseñaban. Actualmente ambos estudian la licenciatura en Educación Primaria Indígena con Enfoque Intercultural Bilingüe.

María Inés, de 25 años, nos dice que: “Ser hablante de la lengua yokot’an es un símbolo de identidad, es lo que nos representa como pueblo, la ideología de nuestra comunidad y nos da integración social. El ser hablante de la lengua yokot’an me llena de mucho orgullo ya que tiene una riqueza cultural incalculable, me da una manera única y diferente de poder interpretar la realidad al igual que es el reflejo de mis raíces ya que ella representa quien soy y de dónde vengo”.
Ángel Mario, de 19 años, afirma que: “Para mí es un privilegio hablar yokot’an, a pesar de que la lengua se está perdiendo, me identifica como un indígena yokot’an con un legado que está lleno de riqueza cultural”.
Ser hablante de la lengua yokot’an es un símbolo de identidad, es lo que nos representa como pueblo, la ideología de nuestra comunidad y nos da integración social. El ser hablante de la lengua yokot’an me llena de mucho orgullo ya que tiene una riqueza cultural incalculable, me da una manera única y diferente de poder interpretar la realidad al igual que es el reflejo de mis raíces ya que ella representa quien soy y de dónde vengo
María Inés Benito de la Cruz
Su generosa colaboración es parte integral de la misión de Nube de Monte, que consiste en divulgar la riqueza biológica y cultural de este territorio.
Un malentendido racista
Muchísimos mexicanos todavía llaman “dialectos” a los idiomas indígenas. Es una forma despectiva que se basa en la ignorancia de la lingüística y en los prejuicios raciales y de clase. En primer lugar, el verdadero significado de “dialecto” es una variante regional o local dentro de un idioma; así, por ejemplo, el idioma español tiene sus dialectos argentino, puertorriqueño o mexicano, y el español mexicano a su vez tiene dialectos norteños, sureños o chilangos.
En segundo lugar, se tiene la impresión, completamente errónea, de que los idiomas indígenas no merecen siquiera la categoría de idioma, de que son “atrasados” o “primitivos”. Este es el resultado de 500 años de racismo y explotación, promovidos por el eurocentrismo, que considera los idiomas europeos como la cumbre del pensamiento.
En realidad, no hay ningún idioma “menor” o “mayor”. Todos los idiomas poseen una gran complejidad y tienen recursos expresivos amplísimos, que no se corresponden necesariamente con las condiciones materiales de los pueblos que los hablan. Tribus de cazadores de Nueva Guinea pueden usar tiempos verbales mucho más complejos que los del inglés, el idioma de quienes dominan actualmente el mundo. Las investigaciones del célebre lingüista Benjamin Lee Whorf sobre el pueblo hopi, encontraron que su idioma, que no contiene tiempos verbales, es mucho más adecuado para captar la imagen del mundo que propone la física cuántica que los idiomas europeos.
El yokot’an, por ejemplo, es uno de las casi 30 idiomas de la familia lingüística maya, es parte del subgrupo de las lenguas cholanas, al cual también pertenecen el idioma chol y el idioma chortí hablado en Guatemala. Es decir, el yokotán viene de la familia de idiomas que hablaron quienes inventaron un calendario mucho más preciso y complejo que el que tenían los europeos, y quienes construyeron edificios monumentales que aún hoy, después de tantos siglos, siguen asombrando a visitantes del mundo entero.
Evidentemente no hay nada de “atrasado” o “primitivo” en el yokot’an.
Yokot’an, en lugar de chontal
¿Y por qué yokot’an y no chontal, como se le conoció durante muchos años entre los hablantes del español? La palabra chontal viene del náhuatl chontalli, que significa extranjero, así llamaban los mexicas a muchos de los pueblos del sureste de México y así los siguieron llamando los españoles y luego los mexicanos. De ahí el nombre de la región de La Chontalpa, célebre en Mesoamérica por la calidad de su cacao.
Pero este pueblo se nombraba a sí mismo como yoko yinikob (hombres verdaderos) y yoko ixikob (mujeres verdaderas), y a su idioma le llamaron yoko t’aan (la lengua verdadera). Por eso, desde hace varios años, yokot’an es el nombre usado por sus hablantes. Además, eso evita confusiones, porque también hay pueblos llamados chontales en Guerrero, Oaxaca e incluso Nicaragua.
Una historia de abusos y negación
El territorio que hoy es Tabasco, en la llanura costera del Golfo de México, la parte baja de las cuencas Grijalva y Usumacinta, fue en la época prehispánica un corredor que comunicaba las partes norte y sur de Mesoamérica, un ramal de autopistas acuáticas por donde circularon, además de los yokot’anes, itzás, xicalangas, toltecas, quichés, kakchiqueles, nahuas-mexicas y náhuats.
A la llegada de los españoles los principales pueblos eran yokot’anes, zoques y nahuas. Los yokot’anes eran hábiles navegantes, que recorrían los caminos de agua que unían el altiplano central de México con la zona del Soconusco en Chiapas, la península de Yucatán y Guatemala.
De los 160 mil indígenas que probablemente habitaban esta zona a la llegada de los españoles, se pasó a sólo 8,766 en 1579. Un 90% de disminución en medio siglo. Las causas fueron, entre otras, las enfermedades infecciosas que trajeron los invasores, además de los desplazamientos forzados y la esclavitud.
La independencia de México no trajo mucho alivio a los pueblos indígenas, porque el nuevo estado mexicano tenía como proyecto de nación la uniformidad, la idea de que el ciudadano mexicano debía tener una sola identidad, lo cual resultó en la negación de los idiomas y las identidades nativas.
A partir de 1940, cuando el país quiere ir hacia la modernidad occidental, los maestros que el sistema educativo enviaba a las zonas indígenas prohibían a los alumnos hablar su propio idioma. Entre 1940 y 1980 el idioma yokot’an (como muchos otros) desaparece de los censos de población.
El boom petrolero en Tabasco, a partir de los años 70, fue otro golpe para los yok’otanes, porque trajo consigo la contaminación y pérdida de sus tierras y aguas, además de la descomposición social que propicia el dinero de la industria petrolera.
Actualmente en Tabasco, según el censo de 2010, quedan unos 37 mil hablantes del yokot’an. En total, junto con el chol, el tzetal y el tzotzil, hay unos 60 mil hablantes de idiomas indígenas, un 3% de la población total.
El yokot’an todavía se habla en los municipios de Centla, Centro, Nacajuca, Macuspana y Jalpa de Méndez, y los investigadores reconocen tres variantes del idioma: la que denominan de San Carlos, la de Tamulté de las Sabanas y la de Nacajuca
Y sin embargo, pese a ser hoy una minoría, el yokot’an ha dejado una huella imborrable en el español que se habla en Tabasco, como afirmaba la estudiosa Rosario Gutiérrez Eskildsen. El no pronunciar la “s” al final de las palabras en plural; el uso de vocablos compuestos, como “robavaca”; la j aspirada que sustituye a la s intermedia; son características esenciales del hablar tabasqueño, y son influencias directas del yokot’an.
Protección legal para los hablantes indígenas
Es bueno recordar que en México se han dado pasos legales para garantizar los derechos de los hablantes de idiomas indígenas. En 1990 el país ratificó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales; y en 1992 se reformó el artículo 4º constitucional y se reconoció la existencia pluriétnica y multicultural de la Nación mexicana.
De ahí deriva la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, que en su artículo 6 dice (resumido): El Estado adoptará las medidas necesarias para asegurar que los medios de comunicación masiva difundan la realidad y la diversidad lingüística y cultural de la Nación Mexicana. Además, destinará un porcentaje del tiempo que dispone en los medios de comunicación masiva concesionados para la emisión de programas en las diversas lenguas nacionales habladas en sus áreas de cobertura, y de programas culturales en los que se promueva la literatura, tradiciones orales y el uso de las lenguas indígenas nacionales de las diversas regiones del país.
El artículo 7 dice (resumido): “Las lenguas indígenas serán válidas, al igual que el español, para cualquier asunto o trámite de carácter público, así como para acceder plenamente a la gestión, servicios e información pública. La Federación y las entidades federativas tendrán disponibles y difundirán a través de textos, medios audiovisuales e informáticos: leyes, reglamentos, así como los contenidos de los programas, obras, servicios dirigidos a las comunidades indígenas, en la lengua de sus correspondientes beneficiarios”.
Y el artículo 8 señala que: “Ninguna persona podrá ser sujeto a cualquier tipo de discriminación a causa o en virtud de la lengua que hable”.
Ninguna persona podrá ser sujeto a cualquier tipo de discriminación a causa o en virtud de la lengua que hable
Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas
Busque usted, estimada lectora o lector, alguna sección en idiomas indígenas en las páginas web de los gobiernos de Chiapas o Tabasco. Busque algún contenido en idiomas indígenas en sus redes sociales oficiales. Es otra de nuestras muchas leyes que no se cumplen.
La protección legal de los hablantes de idiomas indígenas tiene una razón fundamental: cada idioma implica una visión única sobre el mundo, una forma diferente de contarlo, una parte significativa de la experiencia humana sobre la Tierra. Como dice George Steiner: “En mayor o menor grado, cada lengua ofrece su propia lectura de la vida. Moverse entre las lenguas, traducir, aun cuando no sea posible pasear sin restricciones por la totalidad, equivale a sentir la propensión casi desconcertante del espíritu humano hacia la libertad”.
Afortunadamente, con jóvenes como María Inés y Ángel Mario, personas contemporáneas, habitantes de la modernidad pero orgullosos de su idioma nativo, el yokot’an todavía tiene mucho camino por recorrer, para seguir nombrando la vida en esta región de grandes ríos.
Links para saber más:
Chontales de Tabasco, en el Atlas de los Pueblos Indígenas de México.
T’an i K’ajalin Yokot’an (Palabra y Pensamiento Yokot’an), Rodolfo Uribe Iniesta y Bartola May.
Chontales de Tabasco, José Manuel Flores López.
Cómo hablamos en Tabasco y otros trabajos, Rosario Ma. Gutiérrez Eskildsen.
Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas
Después de Babel, aspectos del lenguaje y la traducción, George Steiner
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