
Las serpientes venenosas también están en peligro de extinción
La Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas, una asociación civil independiente, se ha puesto como misión propiciar un mejor conocimiento de estos animales y brindar ayuda a las personas que sufren mordeduras
NOTA: Si usted llegó aquí buscando información o ayuda para una mordedura de animal venenoso puede marcar el número 9613189818 o comunicarse por messenger con la página de la Red en Facebook.
Por: Francisco Cubas/ 12 de abril de 2021
En el mundo actual no es fácil lograr que los humanos contemporáneos sientan simpatía por las serpientes, y menos aún que se preocupen por su conservación. Sin embargo, esto no siempre fue así. Las serpientes fueron uno de los animales más significativos en muchas culturas de todo el mundo durante muchos siglos.
Basta recordar, por ejemplo, que la Organización Mundial de la Salud utiliza en su bandera el báculo de Esculapio, una vara con una serpiente enrollada, símbolo del dios griego Asceplio (Esculapio para los romanos), hijo de Apolo. Según el mito, la serpiente le permitía resucitar a los muertos o sanar a los enfermos.
También podemos mencionar a dos célebres deidades americanas, la Coatlicue, con su falda de serpientes, y Quetzalcóatl o Kukulkhán, la serpiente emplumada, entre muchísimos otros símbolos y apariciones de estos reptiles en las representaciones de la divinidad y lo trascendente en muchísimas culturas.
Sin embargo, la cultura judeo-cristiana eligió a la serpiente como la representación del demonio que tentó a la humanidad para expulsarla del paraíso terrenal, y esa concepción se impuso por toda Europa. A su vez, los europeos invadieron y colonizaron casi todo el resto del mundo en la historia reciente, llevando el cristianismo por delante. De tal manera que los americanos que hemos ido a una escuela formal o hemos sido evangelizados conocemos el concepto del mal encarnado en una serpiente (además de que está presente en toda la producción cultural occidental que nos rodea por todas partes).
Por otro lado, independientemente de nuestra cultura, nuestra biología parece guardar un miedo ancestral, no aprendido, hacia las serpientes y arañas. Todavía falta mucho por aprender al respecto, pero varios estudios parecen indicar que nuestro cerebro de primate conserva muy vivo un miedo grabado en nuestros genes a lo largo de millones de años hacia los animales que reptan, animales que cazaban a nuestros ancestros cuando estos aún vivían en los árboles.
Y sin embargo, en la especie humana siempre hay quienes tratan de encontrar una visión más objetiva del mundo ante los prejuicios culturales y los impulsos biológicos.

Es el caso de quienes constituyen la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas, una asociación civil multidisciplinaria con sede en Tuxtla Gutiérrez, que nació hace un año con el objetivo de promover una convivencia respetuosa y segura de humanos y serpientes, para una mejor conservación del medio ambiente.
Es una organización que, pese a no contar con un financiamiento oficial, viene a llenar un vacío muy importante, porque Chiapas es el segundo estado del país con mayor abundancia de especies de reptiles y también el segundo lugar en número de especies venenosas (el primer lugar es Oaxaca).
En el mundo existen más de 3,700 especies de serpientes, de las cuales 393 están en México, y de ellas 210 son especies endémicas, es decir, que sólo pueden encontrarse en nuestro país. La mayor parte de esta diversidad se encuentra en tres estados: Oaxaca, Veracruz y Chiapas.

En México existen 78 especies de serpientes venenosas, representadas en dos familias: Elapidae (a la que pertenecen las coralillo) y viperidae (las llamadas comúnmente víboras). Con 73 especies distribuidas en su territorio, México es el país con mayor número de vipéridos en el mundo, se estima que hay al menos una especie de víbora en cada estado de la República.
Dentro de las víboras las más famosas son las de cascabel, y en México se distribuyen 42 de las 47 especies que se conocen en el mundo. De estas, 24 son endémicas de nuestro país y 23 de ellas se ubican en alguna categoría de riesgo de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010. Según algunos estudios, al menos 7 especies de víbora de cascabel están en grave riesgo de extinción en México.
Independientemente de lo que los Homo sapiens pensemos o sintamos acerca de las serpientes y víboras, éstas desempeñan varios papeles muy importantes en muchos ecosistemas, ya que al cazar roedores y otros animales ayudan a mantener controladas sus poblaciones, además de que ellas a su vez sirven de alimento para aves y mamíferos, por lo que su conservación, como la de todos los seres vivos, es importante para evitar la degradación del medio ambiente.
Las principales amenazas que enfrentan las víboras son la pérdida de su hábitat ante la urbanización o construcción de carreteras y el establecimiento de plantaciones o potreros para la ganadería; su matanza por miedo o rechazo; su uso para remedios tradicionales no siempre efectivos; su uso en bebidas alcóholicas como el sotol y el tequila; el uso de su piel para elaborar botas y otros accesorios; su captura para venderlas como mascotas y los cada vez más frecuentes incendios forestales, consecuencia del cambio climático.
Dentro de este panorama opera la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas. Entrevistamos vía telefónica para Nube de Monte a Víctor Moreno, miembro de la red, para platicar sobre sus objetivos y el trabajo que realizan a favor de una mejor convivencia entre los animales venenosos y los seres humanos.
- Nube de Monte: ¿Cómo surge la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas?
- Víctor Moreno: La Red nace a principios del 2020 como un grupo multidisciplinario para la divulgación y conservación. Sómos unas 15 personas, entre biólogos y estudiantes. Nos dividimos en dos partes, una es la red de divulgación, que se encarga de generar y compartir información sobre estos animales, y la otra es la Brigada para la Atención de Intoxicaciones por Animales Venenosos, ahí tenemos unas 7 personas entre médicos, herpetólogos y aracnólogos, para apoyar directamente con nuestro conocimiento a las personas que hayan sufrido una mordedura. La idea de la Red surgió hace unos dos años, porque los fundadores habíamos tenido experiencias de contacto con el público a través de exposiciones y charlas, y también con atención a mordeduras, y pudimos ver directamente que existe una gran falta de información en el público, y nos propusimos tratar de atender esa carencia en dos campos complementarios: la divulgación de la ciencia, para que la sociedad pueda comprender mejor a estos animales; y la atención a quienes reciben mordeduras, para tratar de salvar vidas. La mayoría de los integrantes del grupo estudiamos o trabajamos en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). No hay otro país que tenga mayor cantidad de especies venenosas que México, y por eso es muy importante brindarle al público esta información de manera sencilla. Nosotros tenemos la idea de que si no se divulga no sirve de mucho la ciencia, porque ese conocimiento se queda nada más dentro de la misma comunidad científica, que ya tiene esa información. Nos parece que lo importante es que ese conocimiento llegue a quienes no lo tienen, para que así podamos lograr un verdadero cambio en el comportamiento de la sociedad.
Según las cifras de la OMS, los animales que más personas matan en el mundo son los mosquitos, causantes de 750 mil muertes cada año. En segundo lugar estamos nosotros mismos, los humanos, que matamos a 437 mil personas anualmente; y el tercer lugar lo tienen las serpientes, que matan unas 100 mil personas al año.

En México, se estima que de todas las mordeduras de serpientes venenosas al año la mitad termina en envenenamientos y sólo el 5% acaba en defunciones. Estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que el número de accidentes ofídicos (es decir, con serpientes) en promedio por año es de 524 casos, de los cuales 0.8% (cinco accidentes por mordeduras) son fatales. Claro que, como sabemos, el IMSS no atiende a toda la población, y muchas mordeduras y muertes ocurren en poblaciones humanas muy aisladas, y no llegan a reportarse en las estadísticas oficiales.
La mayoría de las muertes son atribuibles a la falta de atención médica oportuna, como lo muestra un estudio donde se registra que entre 1979 y 1982 la mortalidad por serpientes venenosas en México bajó en un 76%.
De todas las serpientes venenosas distribuidas en México, la nauyaca (Bothrops asper), conocida como cuatro narices, sorda, terciopelo, serpiente X, palanca y barba amarilla, es la que ocasiona el mayor número de accidentes. Quintana Roo, Oaxaca y Veracruz, son los estados de mayor incidencia. Lo que la hace más peligrosa no es que ataque a las personas, sino que el camuflaje de su piel es excelente, por lo que muchas veces es pisada y muerde para defenderse.

- Nube de Monte: ¿Ustedes tienen contacto con instituciones para el apoyo en el manejo de las mordeduras?
- Víctor Moreno: Nosotros tenemos contacto con Protección Civil, no en todo el estado pero ahí vamos, también tenemos una buena relación con el Zoológico Miguel Álvarez del Toro y con el Instituto Bioclón, propiedad de Laboratorios Silanes, que son especialistas en la elaboración de los antivenenos, cuando se nos consulta por una mordedura nosotros podemos hablar directamente con el laboratorio para conseguir el remedio lo más rápido posible. En general, cuando ocurre una mordedura la gente no sabe a dónde acudir, en México hace falta mucho más acercamiento al público, sobre todo de nosotros los biólogos, para que sepan a quién acudir. La identificación del animal que hizo la mordedura es indispensable para poder tener un tratamiento rápido y efectivo, y debe ser hecha por un experto en estas especies. Los médicos son expertos en aplicar los tratamientos, pero no en identificar a los animales, por eso nosotros tenemos un equipo multidisciplinario formado por toxicólogos, aracnólogos, herpetólogos y médicos. En el año que llevamos trabajando nos han hecho consultas desde Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas y Tabasco. En casi todas las ocasiones hemos podido ayudar, pero en uno de ellos la persona sí falleció por mordedura de araña violinista. El efecto del veneno de estos animales es complicado, porque puede exhibir dos cuadros clínicos: el loxoscelismo cutáneo, que causa necrosis en la piel; y el otro y más grave, llamado loxoscelismo sistémico, que ataca varias zonas y órganos del cuerpo. No se sabe de qué depende cada cuadro, y el envenamiento depende mucho de cada persona. La palabra loxoscelismo deriva del nombre del género de las arañas violinistas: Loxosceles. México es el país con mayor número de especies de estas arañas, con 40.

- Nube de Monte: Pese al peligro que representan estos animales, es necesario entender que las muertes que causan no son culpa de ellos, porque no atacan intencionadamente a las personas, sólo se defienden cuando se sienten atacados.
- Víctor Moreno: Lamentablemente, aunque no todos los reptiles son venenosos, muchas personas los toman como tales. La experiencia en campo en nuestra región nos llevó a ver que el creer que todos son venenosos es la principal causa de que las personas asesinen a estos animales. Nuestra labor consiste en divulgar cuáles sí son venenosos para evitar que se siga atacando a todos. De todas maneras, aunque un animal sea venenoso no significa que hay que matarlo, se le debe reubicar a donde no represente un peligro para las personas y pueda seguir con su vida.
- Nube de Monte: Hemos observado que la Red plantea dos vehículos principales para su trabajo: la página de Facebook, dirigida a todo público, y el trabajo presencial en comunidades:
- Víctor Moreno: El 95% de las mordeduras son en las áreas rurales, entonces nuestra prioridad es llegar a esos grupos. Llegar a las personas de la ciudad está bien, es necesario, pero lo principal son las personas del campo, eso es importante, acudir al campo y tratar de hacer contenido que la gente comprenda en el campo. Desgraciadamente la pandemia ha interrumpido nuestra labor en las comunidades, pero tenemos una iniciativa llamada Reptiles Venenosos ID, una serie de infografías de las que ya llevamos un par hechas. El objetivo es que sean lo más claras y sencillas posibles, y las estamos traduciendo también a varias lenguas indígenas. En nuestros materiales siempre tratamos de incluir la mayor cantidad de nombres comunes como sea posible. A veces los especialistas están en contra de los nombres comunes, pero hay que entender que las personas fuera del gremio no conocen el nombre científico y no lo van a usar, nuestra intención es saber cómo le llaman a las especies en las comunidades para mejorar la identificación.



- Nube de Monte: ¿Hay mayor conocimiento sobre los animales en las comunidades rurales o indígenas?
- Víctor Moreno: Puede ser muy variado, hay personas que sí conocen a los animales y sus costumbres y hábitos, y los respetan, pero hay muchas otras personas que no, y con la primer serpiente que vean va el machetazo, va la pedrada, es muy relativo, también hay muchos mitos exagerados sobre las especies. Los saberes tradicionales han llevado a respetar a los animales, pero también a temerles y a matarlos. Por ejemplo, hay un mito que persiste desde hace siglos, de que las serpientes pueden acercarse a mamar la leche de las mujeres lactantes, lo cual es completamente falso, las serpientes ni siquiera consumen leche. Hay investigadores dedicados a la etnobiología que están en contra de contradecir a las personas que tienen este tipo de creencias, pero a nosotros nos parece que no es así. Respetamos mucho los saberes y los remedios tradicionales que tienen evidencias que los respaldan, pero tratamos de desmentir los mitos o las tradiciones que no están basados en evidencias.
La Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas tiene su propio consejo editorial, que se encarga de generar materiales digitales para la divulgación, y que pueden encontrarse en su página de Facebook. Le recomendamos a nuestros lectores seguir las publicaciones de este grupo de especialistas para conocer mejor a los reptiles venenosos de nuestra región y tener presente la página de Facebook de la Red y el número telefónico 9613189818 en caso de una emergencia de este tipo.
Para saber más:
Serpientes en peligro de extinción en México.
Serpientes, un legado ancestral.
Primer boletín de la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas.
Artículo científico sobre una nueva especie de lagarto del género Abronia, por miembros de la Red.
Mortalidad por serpientes y lagartos venenosos en México entre 1979 y 2003.
Estudio de las reacciones de los bebés a las serpientes y las arañas (en inglés).
Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes en México.
Una respuesta a «Las serpientes venenosas también están en peligro de extinción»
Interesante y útil información. He buscado información al respecto, sobretodo qué hacer en caso de una picadura de serpiente, y para ser sincera, aún no me siento lista en un momento así; obvio ir al hospital, pero y los primeros auxilios? Gracias por compartir ésta información.