La triste historia de la
Laguna de las Ilusiones
Breve semblanza de un símbolo de Villahermosa
y la neglicencia que lo modificó para siempre
Por: Francisco Cubas/ 25 de febrero 2020
La Laguna de las Ilusiones es el principal símbolo silvestre de Villahermosa, la capital de Tabasco. Punto de visita obligado para los visitantes nacionales y extranjeros, es también un lugar de recreación importante para miles de villahermosinos. Es, se dice, uno de los grandes orgullos de la ciudad. Y hay buenos motivos para ello. Tal vez no hay otra ciudad capital en el mundo que tenga en medio de ella una laguna natural donde habiten dos especies tan emblemáticas como los manatíes y los cocodrilos.
Sin embargo, detrás de la difusión turística de la laguna como un tesoro se oculta una historia de descuido, depredación, corrupción e indiferencia, que la han convertido en un vertedero de aguas negras, que recibe día y noche las descargas de desechos de al menos 16 colonias de la ciudad.
Cada dos o tres años hay muertes masivas de peces; las orillas se mantienen llenas de basura que arrojan los paseantes; hay caza y pesca clandestina (a pesar de que el pescado de la laguna es tóxico); incendios provocados y tala de la poca vegetación que sobrevive en las orillas; además de la destrucción de nidos de aves, iguanas y cocodrilos. Se han detectado niveles peligrosos de metales pesados y otros contaminantes en sus aguas, y se han encontrado desechos hospitalarios tóxicos en sus orillas.
Y en el colmo de la incongruencia, en el parque Tomás Garrido funciona un refugio al aire libre de gatos callejeros, tolerado por las autoridades, a pesar de que estudios científicos han comprobado que estos animales son una amenaza para la vida silvestre. En promedio, un gato doméstico que sale de casa mata entre cuatro y 18 pájaros al año y de ocho a 21 pequeños mamíferos. Pero la mayor amenaza está en los callejeros, que acaban con la vida de entre 23 y 46 pájaros y entre 129 y 338 pequeños mamíferos cada año.
Albercas llenas de sedimentos
Según el estudio más reciente, publicado en el 2015, las dos áreas de la laguna que han tenido mayor intervención humana, los llamados vaso Cencalli y Tomás Garrido, recibieron en 10 años (2005-2015) un total de 60,361 metros cúbicos (el equivalente a 24 albercas olímpicas llenas) de sedimentos provenientes de las descargas de aguas negras y escurrimientos urbanos. El estudio considera que de seguir a ese ritmo el vaso Cencalli, cuya profundidad ya es apenas de unos cuantos centímetros, dejaría de ser un cuerpo de agua en siete o diez años (hoy, en 2020, le quedarían dos o cinco años de vida). En su superficie total, la laguna recibe cañerías o escurrimientos de 16 colonias de la ciudad.
Su población de manatíes (Trichechus manatus manatus) padece problemas de endogamia (cruza entre familiares cercanos) porque desde principios de los 80s una compuerta los mantiene encerrados en la laguna, sin posibilidad de cruzarse con individuos de otros lugares. Además, desde esa época han dependido de la alimentación que les proveen los trabajadores municipales para completar su dieta, porque la escasa vegetación que sobrevive no les resulta suficiente. Los manatíes son grandes viajeros, y el hecho de mantenerlos confinados, aunque sea en un espacio grande (189 hectáreas de superficie de agua, en el 2015), atenta contra la salud de esta pequeña población de mamíferos.
Incluso los cocodrilos, sobrevivientes extremos que se adaptan a muchas condiciones desventajosas, tienen problemas. Un estudio detectó en ellos alteraciones genéticas atribuibles a la exposición a sustancias tóxicas. Según los estudios más recientes, de la población de entre 400 a 450 cocodrilos que habitan la laguna apenas hay entre 10 y 20 hembras que ponen nidos. En el mismo estudio se registró que todos los nacimientos de cocodrilos durante dos años consecutivos fueron machos. Se sabe que la temperatura de los nidos de esta especie (Cococrylus moreletii) influye en el sexo de las crías, pero no está claro cuáles son sus límites. Se especula que la falta de vegetación en las orillas y el aumento del cemento y el concreto en los alrededores podría estar elevando las temperaturas hasta el grado de causar que sólo nazcan machos. Además, ante la escasez de vegetación para construir sus nidos los cocodrilos hembra están usando basura: vasos, platos y cubiertos desechables, bolsas y botellas, partes de electrodomésticos, neumáticos, latas de comida y pintura, pañales y toallas desechables, cajas de cartón, etc.
Lo anterior complica el futuro de la población de cocodrilos, que al igual que la de los manatíes, está atrapada por la compuerta que cerró y secó el arroyo que comunicaba la laguna con el río Carrizal. Hay que recordar que las lagunas no son simples recipientes de agua, como una alberca, sino que son sistemas complejos en los que sus afluentes, descargas, aguas subterráneas, vegetación y fauna mantienen un delicado equilibrio.
Además de todo lo anterior, las nuevas construcciones eliminan cada año más vegetación y le roban más y más espacio a la laguna. No sabemos a ciencia cierta cuánto medía la antes de la urbanización. Muchos documentos mencionan, sin citar ninguna fuente, que tenía 500 hectáreas. Sí existen datos para saber que en 1984 la superfice de agua era de 242 hectáreas y que en el 2015 ya se había reducido a 189 ha. En el siglo XXI se han levantado varios edificios en sus alrededores, lo que supone una carga cada vez mayor de aguas negras y escurrimientos tóxicos, sin que las autoridades federales, estatales o municipales actúen para protegerla. Curiosamente, en las orillas de la laguna nunca se construyeron colonias populares, sino fraccionamientos privados, con algunas de las residencias más lujosas de Villahermosa. El gobernador anterior, Arturo Núñez Jiménez, y el actual, Adán Augusto López, han vivido junto a sus aguas.
En el papel, la laguna está protegida por las siguientes normativas ambientales federales: la NOM-059-SEMARNAT-2010 Protección ambiental a especies nativas de México de flora y fauna silvestres categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio de la lista de especies en riesgo; la NOM-022-SEMARNAT-2003 Especificaciones para la preservación, conservación y aprovechamiento sustentable y restauración de los humedales costeros en zonas de manglar; la NOM-001-SEMARNAT-1996 Establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en aguas y bienes nacionales; y la NOM-002-SEMARNAT-1996 Establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal.
Además, por supuesto, del Artículo 4o de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, que otorga a toda persona mexicana el derecho a un medio ambiente sano. Por su parte, la Ley de Protección Ambiental del Estado de Tabasco, en su artículo 7, fracción XI, señala: «La política ambiental del Estado de Tabasco se rige por los siguientes principios: XI. Toda persona tiene derecho a disfrutar de un ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar, por lo que las autoridades en los términos de ésta y otras leyes, tomarán las medidas para garantizar ese derecho».
La política ambiental del Estado de Tabasco se rige por los siguientes principios: «XI. Toda persona tiene derecho a disfrutar de un ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar, por lo que las autoridades en los términos de ésta y otras leyes, tomarán las medidas para garantizar ese derecho».
Ley de Protección Ambiental de Tabasco, Artículo 7.
Sin embargo, todo eso se ha quedado en letra muerta. Un ejemplo extremo es que la laguna fue declarada Reserva Ecológica Estatal desde 1995, pero hasta el 2019 se publicó el Plan de Manejo, documento indispensable para toda Área Natural Protegida, porque señala cuáles son las acciones necesarias para su conservación. Las autoridades tabasqueñas sólo se retrasaron 25 años en hacerlo (aunque esto no es exclusivo de Tabasco, el 40% de las Áreas Nacionales Protegidas federales en México no tienen plan de manejo publicado).
Todo ocurrió apenas en un siglo
¿Cómo se llegó a este panorama tan desolador? Habría que regresar un siglo en el tiempo y hacer un muy breve resumen para tener una mejor perspectiva del problema. En los primeros años del siglo XX, no hay registro de que la laguna que nos ocupa tuviera nombre propio. Villahermosa era en ese tiempo una pequeña población de unos 12 mil habitantes, y en todo el estado de Tabasco no vivían más de 200 mil personas.
La ciudad capital había tenido una larga historia de calamidades: saqueos de piratas extranjeros, plagas de sarampión, viruela y cólera, invasiones francesa y estadounidense, la guerra de independencia, la revolución, e innumerables inundaciones. No había universidad, no había agua potable ni alcantarillado, el paludismo, la tuberculosis y la sífilis eran azotes constantes y el 73% de la población era analfabeta.
La ciudad se limitaba a las casas erigidas a lo largo del río Grijalva, limitada en la orilla norte por la Laguna del Negro y en la orilla sur por las lagunas Mayito y La Pólvora. Hacia el oeste, la parte urbana terminaba mucho antes de llegar a donde hoy se encuentra la catedral. La laguna que nos ocupa estaba fuera de la ciudad, ni siquiera tenía nombre, y para el villahermosino de esos tiempos era simplemente una de las más de 100 lagunas permanentes que existían en lo que hoy es el municipio de Centro, todas ellas formadas de sedimentos que la cuenca del Grijalva comenzó a depositar en ellas hace unos 10 o 12 millones de años, cuando surgieron las montañas de Guatemala y Chiapas.
Al término de la revolución, en los años 20s, Tabasco quedó durante 15 años bajo la influencia de Tomás Garrido Canabal, que se alternaba en el cargo de gobernador con su incondicional Ausencio Cruz. En 1929, según el historiador Geney Torruco, aparece por primera vez escrito el nombre Laguna de las Ilusiones, en una nota del periódico Redención. La tradición oral dice que fue el mismo Garrido quien le adjudicó ese nombre.
En 1930 Garrido organiza la Exposición Regional Tabasqueña (el antecedente de la actual Feria) a orillas de la laguna, sobre lo que era el Campo Deportivo Alvaro Obregón. Entre otras muchas actividades, en aquellas Exposiciones se hacían concursos de ganado, actividades gimnásticas, concursos de oratoria, demostraciones de tractores caterpillar y se alquilaban botes de remos. Habían corridas de camiones especiales para que las personas pudieran llegar desde la ciudad hasta el campo. Como nota curiosa, en 1932 el periódico Redención apuntaba: «en la mañana se efectuó el Concurso de la Mejor Nadadora en la Laguna de las Ilusiones y ante numerosísimo público. El primer premio correspondió a la señorita Brillante Elías, el segundo a la señorita María Eleazar Gutiérrez y el tercero a la señorita Tárcila Espinosa». Ningún villahermosino pensaría hoy en nadar en esas aguas, más por miedo a su toxicidad que a los mismos lagartos.
Por un afortunado azar, contamos con un testimonio extraordinario de esta época en Villahermosa, una fotografía aérea de alta definición que el Centro Documental de Estudios sobre el Agua encontró al rescatar los viejos archivos de la Comisión del Grijalva. En la foto, posiblemente tomada en 1931, se puede apreciar el terreno en preparación para lo que a partir de entonces sería llamado el Campo de la Exposición, que contaba con 17 kioskos, uno por cada municipio. Se puede ver también que ya para entonces las orillas de la laguna habían perdido muchos de sus árboles originales, pero los brazos ubicados en lo que hoy son las colonias Petrolera y Tierra Colorada todavía conservaban una vegetación muy abundante.
Recorriendo de cerca la fotografía se distinguen varios arroyos (a pesar de que fue tomada en temporada de seca) que conectaban la laguna con el río Carrizal, alimentándola y permitiendo que los animales acuáticos circularan entre ambos ambientes. Muchos años después, a partir de los años 50s, el crecimiento de los asentamientos urbanos y las obras viales canalizarían todos esos arroyos o los conectarían a la red de drenaje que se descarga en el río Grijalva. Esto modificó la cantidad de agua que recibía la laguna, lo que provocó la disminución de su superficie y su profundidad.
En 1946 el gobernador Noé de la Flor Casanova remodela el lugar, que había quedado abandonado luego del exilio de Garrido, y lo reinaugura como Parque Tabasco, con juegos infantiles y un busto del ilustre naturalista tabasqueño J.N. Rovirosa. Una década más tarde, en 1954, el gobernador Manuel Bartlett destaca en su informe una limpieza general de la laguna, que en esos tiempos significaba principalmente el uso de petróleo y DDT para combatir a los mosquitos.
Perspectiva histórica
Llegados a este punto es bueno recordar que en aquellos tiempos no había, como ahora, una noción ecológica del medio ambiente generalizada entre la sociedad. Se veía a la naturaleza como un obstáculo para la producción, como una amenaza, por las enfermedades tropicales, o como un adorno. Fue hasta la cumbre de Estocolmo, en 1972, cuando dio comienzo la consciencia moderna sobre los problemas ambientales, y a partir de ahí todos los países comenzaron a legislar y crear organismos enfocados en el tema.
En 1958 Carlos Pellicer rescata piezas olmecas monumentales del sitio La Venta y para resguardarlas proyecta un museo que combine la arqueología con la naturaleza de la región, creando así un parque-museo. La idea original de Pellicer, que estaba en gran armonía con el medio ambiente, fue modificada varias veces, añadiendo cada vez más cemento y estructuras a orillas de la laguna.
Comienza el boom petrolero
En 1964 la laguna soportó la construcción de la colonia Prados, de las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, y de las nuevas instalaciones de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Ninguna de estas construcciones respetó el margen de 10 metros que la Ley de Aguas Nacionales marca como zona federal, como tampoco la han respetado desde entonces la mayoría de las construcciones subsecuentes.
En 1975 el gobernador Mario Trujillo añade más cemento, construyendo un malecón en el área del parque que ya se llamaba Tomás Garrido. En 1977 Leandro Rovirosa construye el Parque de Convivencia Infantil.
Los primeros estudios
Es hasta 1979 cuando se elabora el primer estudio técnico de la laguna, por encargo del gobierno del estado. En 1982 la misma instancia publica el Estudio Limnológico de la Laguna de las Ilusiones, hecho por un consultor privado. En las conclusiones de ese estudio puede leerse que la laguna ya se encontraba eutrofizada. La eutrofización es un proceso en el que el exceso de material orgánico (en este caso, desechos humanos) en el agua ya no puede ser eliminado eficientemente de forma natural, lo cual favorece la abundancia de algas y bacterias que producen toxinas, agotan el oxígeno y crean más materia orgánica. Este proceso lleva eventualmente a la desaparición del cuerpo de agua, que termina por convertirse en fango.
El estudio de 1982 encontró 90 descargas de aguas negras y 25 basureros a cielo abierto, incluyendo vertederos de hospitales. El boom petrolero había ocasionado que entre 1940 y 1980 la población de Villahermosa pasara de 25 mil personas a 158 mil. La presión demográfica era intensa y el perímetro de la laguna ofrecía zonas muy apetecibles para construir vivienda. Entre 1970 y 1980 nacieron a su alrededor las colonias Heriberto Kehoe, Bonanza, Framboyanes, Villa las Palmas, Magisterial, Recreo y varios asentamientos irregulares en Tierra Colorada.
Entre 1980 y 1982 se construye la compuerta que separó para siempre a la laguna del río Carrizal. Sobre ella hay diferentes versiones: algunas personas afirman que se hizo para evitar que la laguna se inundara con las crecientes del río, otras dicen que fue para que las aguas no bajaran demasiado en la temporada de seca. Hoy en día ya es casi imposible restaurar esa conexión, porque la compuerta el Macayo, construida en 2013, hizo bajar el nivel del Carrizal en Villahermosa, e inmediatamente se procedió a construir en la zona del extinto arroyo que comunicaba el río con la laguna. También entre 1980 y 1982 se introdujo a la laguna una pequeña población de manatíes, con la idea de combatir la plaga de lirio acuático que afectaba toda el área de la universidad. Éste es el grupo de manatíes que todavía sobrevive ahí. El lirio acuático (Eichhornia crassipes), originario del amazonas, es uno de las plantas invasoras más dañinas del mundo. Conforme las ciudades y la agricultura comenzaron a alterar el equilibrio químico de los cuerpos de agua el lirio acuático se convirtió en una pesadilla. En la Laguna de las Ilusiones se usaron durante décadas herbicidas y maquinaria para combatirla.
En 1984 el siguiente gobernador, Enrique González Pedrero, encargó otro estudio, que se publicó con el título de Plan Maestro Laguna de las Ilusiones. Una consultora privada volvió a realizar estudios hidrológicos y concluyó que el cuerpo de agua era ya «una laguna urbana, que debido a la profunda alteración de su cobertura vegetal y sus afluentes no podrá ya recuperar su estado natural». También reportó que muchas de las especies de plantas que J.N. Rovirosa había descrito en el siglo XIX ya no se encontraban en la laguna.
En sus conclusiones, además de las recomendaciones técnicas obvias, como detener el vertido de aguas negras y evitar futuras construcciones, el documento hizo recomendaciones muy adelantadas para su época, como fomentar la organización comunitaria a través de consultas ciudadanas, establecer un programa de educación ambiental entre los pobladores, y crear un laboratorio pscícola y un vivero de plantas nativas a orillas de la laguna. Pero nada de eso se llevó a cabo. En su lugar, el gobierno reaccionó con más concreto, encargando la remodelación del parque Tomás Garrido y del Parque Museo La Venta al arquitecto Teodoro González de León. Es decir, pese a ser el primer gobernante que tuvo acceso a la visión ecológica y social del problema, González Pedrero respondió con una obra decorativa y soluciones paliativas de ingeniería (no sería el último en hacerlo). Se colocaron algunos chorros aereadores de agua para combatir la pérdida de oxígeno, se construyeron algunos colectores perimetrales para bloquear el vertido de aguas negras al agua y se realizó un dragado del vaso Cencalli. A partir de él, todos los sucesivos gobernantes han sido plenamente responsables del abandono y deterioro de la laguna, porque todos han tenido la información disponible sobre el problema.
Entre 1980 y el año 2015 la población de Villahermosa pasó de 158 mil personas a 684 mil, y la presión sobre los cuerpos de agua de la zona propició una mayor contaminación y en el relleno de muchos de ellos, lo cuál tendría terribles consecuencias en la gran inundación de 2007.
En 1995 la laguna fue nombrada Reserva Ecológica Estatal, pero eso sólo se vio reflejado en algunos letreros informativos que todavía permanecen sin ningún retoque y con datos érroneos o que han quedado obsoletos.
En el 2004 el gobierno de Manuel Andrade encabezó un nuevo rescate, dragando otra vez los sedimentos, contruyendo nuevos colectores perimetrales, nuevos aereadores y un sistema de tanques sedimentadores que estuvo en operación menos de un año.
Los millones de pesos gastados en construir más de 2 km de colectores perimetrales no han logrado que las aguas negras dejen de llegar a la laguna. Por otro lado, subsisten cientos de descargas clandestinas en muchas colonias y fraccionamientos, además de que los hoteles y plazas comerciales no se hacen cargo del tratamiento de sus aguas residuales. Finalmente, en toda la ciudad los canales de agua de lluvia se mezclan una y otra vez con los desagües de aguas negras.
La caída en el absurdo
Después de todas estas experiencias, en medio de una crisis ecológica cada vez mayor, en 2011 el entonces alcalde de Villahermosa, Jesús Alí, anunció que construiría sobre la avenida Paseo Tabasco, entre el Parque Tomás Garrido y el vaso Cencalli, un puente peatonal de 100 millones de pesos que nadie pidió nunca, pero que combinaba bien con sus aspiraciones de ser gobernador. Ante las protestas de la población por el derroche innecesario, se pretendió cambiar el concepto nombrándolo «Museo Elevado de Villahermosa», pero en realidad es un inmueble que no cumple con ningún requisito museístico. Enrique Norten es el nombre del arquitecto que se prestó para acumular más toneladas de concreto y metal sobre la laguna, bloqueando además el horizonte de la avenida con una estructura hoy ya abandonada, un monumento al derroche y a la arbitrariedad en la planeación urbana. Para completar la estrategia, el alcalde pagó al célebre compositor Armando Manzanero para componer una canción para la ciudad. Titulada «Mi novia Villahermosa», es probablemente la peor que ha escrito Manzanero. Una de sus estrofas dice «en la Laguna de las Ilusiones, con sus aguas cristalinas», una muestra involuntaria de humor negro.
El último rescate fue un fantasma. En el 2014, otro aspirante a gobernador, el diputado federal Gerardo Gaudiano, quien en ese entonces era presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Congreso de la Unión, anunció en medios locales y nacionales que había conseguido 150 millones de pesos que aplicaría la Comisión Nacional del Agua para un plan de saneamiento integral. Sin embargo, los meses pasaron sin que llegara nada, y nadie volvió a mencionar nunca el plan en los medios.
Un problema complejo
Así llegamos a la actualidad, con una laguna clausurada por la pérdida de los arroyos que la alimentaban y la compuerta que la separó del Carrizal; una laguna que recibe agua sólo de las lluvias y los escurrimientos de las colonias a su alrededor (con toda la contaminación que ello implica). Un sitio en el que las poblaciones de sus dos especies más emblemáticas, manatíes y lagartos, requieren un plan de manejo especial, a cargo de biólogos especialistas, porque ya no viven en condiciones silvestres. Un cuerpo de agua cuyas orillas se pierden cada año ante el aumento de construcciones que violan la ley, pero quedan impunes.
La pregunta más compleja es: ¿Por qué hemos permitido que la laguna se haya podrido frente a nuestros ojos durante más de 40 años? Tal vez la respuesta está en que nunca la hemos conocido del todo. En el vaso Tomás Garrido se encuentran tres edificios dedicados al conocimiento: el Parque Museo La Venta, el Museo de Historia Natural José Narciso Rovirosa y la Casa de la Tierra. En ninguno de ellos se puede aprender algo sobre la laguna que tienen al lado, ninguno tiene ningún programa al respecto. No existe una guía impresa de sus aves, mucho menos de sus plantas, peces, anfibios o insectos. No existe un lugar o una publicación donde los jóvenes puedan conocer su historia y sus problemas. Como consecuencia de ello, la relación de los ciudadanos con este ecosistema ha sido y es superficial. Cuando se menciona la Laguna de las Ilusiones la mayoría piensa en el vaso Cencalli y el Tomás Garrido, el área turística que sirve de fondo para las fotos de graduación de las escuelas, las fotos de quinceañeras, o como pista para ejercitarse, o lugar para el cortejo, nunca como un hogar de especies únicas que necesita protección.
La solución para el principal problema parece simple: hay que dejar de vertir aguas residuales. Pero hacerlo requiere de una compleja labor de ingeniería y de transparencia y aplicación de las leyes existentes, es decir, de un verdadero estado de derecho, que además cuente con la cooperación amplia de la ciudadanía.
Este es un ejemplo local de un problema global. La Unesco estima que más del 80% de las aguas residuales en el mundo se vierte al medio ambiente sin ningún tratamiento. En México las cifras oficiales nos dicen que el 57% de las plantas de tratamiento funcionan, pero la realidad es que no hay plantas de tratamiento en todos los lugares que las requieren, y algunos expertos estiman que en realidad sólo se trata entre el 20 y el 30% de las aguas residuales, lo cual coincide con el panorama mundial. En Villahermosa, según el propio alcalde actual, Evaristo Hernández, existen 23 plantas de tratamiento, de las cuales sólo funcionan dos, y éstas son tan pequeñas que su aporte es insignificante.
En Villahermosa existen 23 plantas de tratamiento de aguas residuales, de las cuales sólo funcionan dos, y éstas son tan pequeñas que su aporte es insignificante.
Evaristo Hernández, alcalde de Centro.
La laguna entra en la clasificación de humedal, y comparte su crisis. Los humedales son espacios de la tierra cubiertos por agua dulce o salada (como las marismas, ciénagas, manglares, estanques, pantanos, lagunas, lagos y llanuras aluviales) que ocupan apenas el 3% de la superfice terrestre, pero contribuyen con el 40% de los servicios ambientales (comida, limpieza del agua, control de inundaciones, mitigación del cambio climático, etc). Se estima que el 80% de los humedales del mundo ha desaparecido, debido al avance de las ciudades, la agricultura y la ganadería, entre otras causas. México ha perdido el 67% de sus humedales en un siglo, y Tabasco perdió el 60% de los suyos en apenas la primera década del siglo XXI.
Un triste símbolo
Por todo ello, la Laguna de las Ilusiones es el triste símbolo de nuestra irracional relación con el medio ambiente. Si no hemos sido capaces de conservar un ecosistema que además de su importancia ecológica tiene un enorme valor cultural e histórico, y que está colocado justo en medio de la capital del estado, a la vista de todos, ¿qué podemos esperar de la conservación de los pocos restos silvestres que aún quedan en el resto del estado, allá donde nadie los vigila?
Los principales responsables de esto son, por supuesto, los gobernantes, que reciben un sueldo para hacerse cargo de ello. Pero también lo somos todos los que habitamos o hemos habitado por un buen tiempo Villahermosa, porque nunca hemos ejercido ninguna presión, por los medios legales, para que esto se solucione. Sólo tres pequeñas asociaciones civiles, la Fundación Anfibia, Amigos de la Laguna, y la Asociación Ecológica Santo Tomás, han protestado públicamente durante años y han organizado con cierta regularidad eventos de limpieza, en los que jóvenes ciudadanos completan el trabajo que no realiza el Ayuntamiento en las orillas de la laguna.
Un verdadero rescate de la laguna requiere en primer lugar de un gran estudio multidisciplinario. El Plan de Manejo recientemente publicado en el Diario Oficial no es más que un borrador de buenas intenciones, que contiene muchos datos y referencias inexactas, pero en uno de sus párrafos describe el triste panorama de nuestro conocimientos actuales: «En el caso de la Laguna de las Ilusiones, con excepción de los inventarios esporádicos que se han venido realizando sobre sus especies de flora y de fauna, todavía no se cuenta con el conocimiento básico sobre sus ecosistemas, procesos ecológicos y los efectos que tienen sobre ellos la contaminación ambiental, las actividades humanas, y la influencia de las presiones externas que provienen del entorno urbano. Por ello es necesario desarrollar las capacidades e infraestructura requeridas para que puedan llevarse a cabo las investigaciones científicas que el ANP necesita; impulsar la sistematización de la información que se vaya generando y facilitar su acceso tanto para la toma de decisiones de manejo, como para su empleo por parte de diferentes usuarios y para difundirla entre diversos públicos, integrándola asimismo, a las actividades de educación ambiental y comunicación».
En el caso de la Laguna de las Ilusiones, con excepción de los inventarios esporádicos que se han venido realizando sobre sus especies de flora y de fauna, todavía no se cuenta con el conocimiento básico sobre sus ecosistemas, procesos ecológicos y los efectos que tienen sobre ellos la contaminación ambiental, las actividades humanas, y la influencia de las presiones externas que provienen del entorno urbano.
Plan de Manejo de la Laguna de las Ilusiones, publicado en el Diario Oficial.
Si se hace una búsqueda en la red de bibliotecas de la UJAT se encontrarán más de 80 estudios sobre la laguna, pero en su gran mayoría son tesis de licenciatura de diversos estudiantes a lo largo de los últimos años, es decir, son trabajos cuya finalidad principal es obtener un título, no resolver un problema real. Entre los artículos realizados por investigadores tabasqueños publicados en revistas científicas revisadas por pares sobresalen los de calidad del agua, y los estudios de lagartos y manatíes, pero no hay ningún estudio sobre aves (la plataforma eBird, alimentada por observadores aficionados, ha registrado más de 100 especies de aves en la laguna), o sobre peces, o sobre anfibios, o sobre tortugas, y el único estudio sobre plantas se realizó hace 32 años.
Esto no es porque no haya aquí investigadores capacitados para ello, sino porque nunca hay dinero para las investigaciones de campo, así que los científicos se ven obligados a limitar los alcances de sus estudios, y a hacerlos muy de vez en cuando.
De modo que el primer paso hacia la solución sería comisionar a las universidades y centros de investigación locales un estudio completo de la laguna, para así poder partir de datos científicos hacia la búsqueda de una solución que no será tan simple como poner más aireadores, una solución que debería involucrar a la academia, los poderes públicos y la sociedad civil.
La Laguna de las Ilusiones ya no volverá a ser lo que fue, pero aún podría convertirse en un verdadero símbolo de orgullo e identidad para las futuras generaciones.
Para saber más:
A continuación ofrecemos al lector interesado en profundizar en el tema una lista de las principales fuentes consultadas para la elaboración de esta historia (en el caso de los artículos científicos, hemos procurado mencionar aquí sólo los más recientes de cada tema):
Sobre la fotografía aérea más antigua de Villahermosa: Comentarios en torno a una fotografía histórica. La metamorfosis de una ciudad. Villahermosa, Tabasco. Miguel Ángel Díaz Perera, Pedro Alfonso Narváez Solís y Jorge Luis Capdepont Ballina. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2007-65762016000300145&script=sci_arttext
Calidad del agua de los vasos Cencalli y Tomás Garrido, cuencas pluviales de la laguna y cantidad de sedimentos:
Laguna de las Ilusiones y su entorno urbano: Aguas residuales, urbanas y sedimentos. Georgina Ricardez de la Cruz, Gaspar López Ocaña, Raúl German Bautista Margulis y Carlos Alberto Torres Balcázar. http://www.revistas.ujat.mx/index.php/kuxulkab/article/view/1461/1287
Situación de las aguas residuales en el mundo, informe de la UNESCO: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000247647
Sobre la pérdida de humedales en Tabasco y el crecimiento urbano de Villahermosa:
Pérdida de humedales y vegetación por urbanización en la cuenca del río Grijalva, México. Miguel Ángel Palomeque de la Cruz, Adalberto Galindo Alcántara, Alberto J. Sánchez, Miguel Jorge Escalona Maurice. https://www.redalyc.org/jatsRepo/176/17653923009/html/index.html
Sobre los problemas genéticos y de anidación de los cocodrilos:
Descripción de los nidos del cocodrilo de pantano crocodylus moreletii en un paisaje urbanizado en el Sureste de México. Marco A. López Luna, Mircea G. Hidalgo MiHart y Gustavo Aguirre León.
https://www.redalyc.org/pdf/575/57518654001.pdf
Sobre los problemas genéticos y de alimentación de los manatíes:
Situación de una población aislada de manatíes Trichechus manatus (Mammalia: Sirenia: Trichechidae) y conocimiento de la gente, en una laguna urbana, en Tabasco, México. Nereyda Pablo Rodríguez, León David Olivera Gómez. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-29792012000100002
Genetic Diversity and Structure From Antillean Manatee (Trichechus manatus manatus) in the Southern Gulf of México: Comparison Between Connected and Isolated Populations. Guadalupe Gómez Carrasco, Julia Lesher Gordillo, León David Olivera Gómez y Robert Bonde. Link
El único estudio sobre las plantas:
La vegetación de la Laguna de las Ilusiones, Miguel Ángel Magaña Alejandro, 1988. Publicado por la UJAT. http://bibliotecadigital.tabasco.gob.mx/items/show/19342
Algunos estudios técnicos históricos:
1982: Estudio Limnológico de la Laguna de las Ilusiones, Eco-Ingeniería, S.A.http://bibliotecadigital.tabasco.gob.mx/items/show/20025
1984: Plan de Rehabilitación y Conservación Ambiental de la Laguna de las Ilusiones, Dirección de Planificación de la Secretaría de Comunicaciones, Asentamientos y Obras Públicas del Estado de Tabasco, Ingeniería del Medio Ambiente (IMA, S.A.). (Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
1984: Plan Maestro Laguna de las Ilusiones. Gobierno del Estado de Tabasco.
(Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
1987: Laguna de las Ilusiones y su entorno urbano. Gobierno del Estado de Tabasco.
(Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
1998: Evaluación Social del saneamiento del vaso Cencali en la Ciudad de Villahermosa, Tabasco. Centro de Estudios
para la Preparación y Evaluación Socioeconómica de Proyectos (CEPEP). https://www.cepal.org/ilpes/noticias/paginas/1/52961/Doc-82.pdf
Edad geológica de la laguna:
Características físico-bióticas de la cuenca del río Grijalva. Héctor Plascencia Vargas, Mario González Espinosa, Neptali Ramírez Marcial y José David Álvarez Solís.
https://www.researchgate.net/publication/269039693_Caracteristicas_fisico-bioticas_de_la_cuenca_del_rio_Grijalva
El documento oficial de manejo:
Programa de Manejo y Conservación Reserva Ecológica Laguna de las Ilusiones.
https://tabasco.gob.mx/sites/all/files/sites/sernapam.tabasco.gob.mx/files/Programa_Manejo_LagunaIlusiones.pdf
Historia de las intervenciones humanas en la laguna en la primera mitad del siglo XX:
Villahermosa: Nuestra Ciudad, Geney Torruco Sarabia, especialmente los tomos III, IV y XIII
(Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
Tabasco a través de sus gobernantes, Gobierno del Estado de Tabasco, 1988, 14 tomos.
(Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
Sobre las lagunas en el estado:
Las lagunas continentales de Tabasco, Ernesto Rodríguez Rodríguez, publicado por la UJAT en el 2002.
(Disponible en la Biblioteca Pino Suárez, Villahermosa)
Sobre los gatos y la fauna silvestre:
https://www.youtube.com/watch?v=LIB761kcYOI
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